Participaron en la 3era sesión del encuentro organizado por Funglode, a través de su Centro de Estudios de la Francofonía, y el Instituto de las Américas, a través de su Polo del Caribe, en el marco de la Semana de América Latina y el Caribe en Francia.
SANTO DOMINGO.- Más allá de la inmediatez de la crisis, la pandemia invita a repensar los modelos de desarrollo económico asociados y dependientes del turismo en los que se basan muchos países del Caribe. Así, las consecuencias de la crisis sanitaria invitan a reflexionar sobre la sostenibilidad de los modelos socioeconómicos basados en gran medida en el turismo internacional.
La tercera sesión del seminario web “Turismo y Covid en el Caribe” reunió a expertos de la región para reflexionar juntos sobre las perspectivas abiertas por la Crisis del Covid en el Caribe, hacia una redefinición de los modelos de desarrollo.
Después de la bienvenida ofrecida por Claire Guillemin, en nombre de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), y de Laurine Chapon, por el Instituto de las Américas, la introducción de esta sesión titulada “Crisis, turismo y desarrollo sostenible: ¿qué perspectivas?” estuvo a cargo de Stéphane Faucher, presidente de Funglode France, quien también moderó el encuentro.
Indicó que la lucha contra el cambio climático y, en general, el desarrollo sostenible no es una idea nueva en el mundo de la industria turística. Explicó que la moda del turismo sostenible surgió en la década de 2000, con la industria turística respondiendo a una demanda de turismo que respeta los aspectos medioambientales, sociales, culturales y económicos.
Dio el ejemplo de Costa Rica, que se había adelantado en esta evolución. Agregó que desde los primeros meses del año 2020, el turismo mundial se desplomó. La zona del Caribe registró un descenso del 70% en el flujo de turistas internacionales, lo que debilitó la industria turística en su conjunto dijo. Citó a Duke Ellington: “Un problema es una oportunidad para hacer lo mejor”. Resaltó que la cuestión del desarrollo sostenible en los pequeños Estados insulares se abordó en la Agenda 21, adoptada en la Cumbre de la Tierra de Río en 1992. Desde entonces, y tras la celebración de tres conferencias mundiales sobre el desarrollo sostenible de los pequeños Estados insulares, en 1994, 2005 y 2014, aunque se han hecho progresos, aún quedan muchas cuestiones por abordar, especialmente en lo que respecta a la gestión de los recursos turísticos. Concluyó citando a Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas: “El turismo puede ser una fuerza para el bien en nuestro mundo, desempeñando un papel protector de nuestro planeta”.
Carlos Quenan, economista, profesor en el IHEAL de la Universidad de París 3 y vicepresidente del Instituto de las Américas expuso algunos de los principales retos sociopolíticos y económicos del Caribe tras la pandemia, en un contexto de expansión de las tensiones sociales y políticas. Explicó que las turbulencias deben de esperarse a largo plazo ya que estamos todavía en pandemia y con muchas incertidumbres respecto a las demás variantes del virus. Subrayó la importancia de la elaboración de políticas públicas como un elemento estratégico para salir de la dependencia hacia el turismo. También indico que la oferta turística debe contemplar la preservación de los ecosistemas, tratando de ser creativos, e integrar la dinámica salud.
Olivier Dehoorne, profesor de Geografía, de la Universidad de las Antillas centró su presentación sobre los desafíos específicos de las Antillas Menores. Indicó que la llegada de la pandemia del Covid implico una pausa obligada y un periodo de crisis propicio a la reflexión para repensar las elecciones del pasado y los modelos de desarrollo de los pequeños Estados insulares. Explicó que el Caribe agrupa a una multitud de actores muy distintos, en tamaño, desarrollo económico y estatus diversificados, los cuales se encuentran en competencia porque todos necesitan de los beneficios económicos del turismo. Planteo la pregunta del porque se da tanta importancia al turismo, el cual puede causar también daños en los territorios insulares y que se deben de tomar en cuenta (como por ejemplo el concreto que se queda tras proyectos abandonados, los terrenos en desuso…). Indicó que la crisis actual tendrá menos impacto sobre el turismo de lujo. Agrego que las más pequeñas islas no pueden competir con territorios más grandes como Cuba o República Dominicana, y que por lo tanto se piensa más en el turismo “residencial”. La cuestión del bienestar o del “buen vivir” podría ser una opción para repensar los modelos de desarrollo turísticos más sostenibles y más relacionados con los actores y las comunidades locales, cuando hasta ahora se privilegiaba muchas veces el turismo de masa. Detalló los casos de Santa Lucía, Guadalupe y Martinica, y también de las islas de Dominica y San Bartolomé.
Isabelle Delannoy, ingeniera agrónoma, hizo una presentación de la teoría de la economía simbiótica y la experiencia de una dinámica de economía simbiótica en Guadalupe. La economía simbiótica implica un desarrollo endógeno que parte de los territorios y responde directamente a las necesidades de los actores locales para luego crear flujos exógenos en estos territorios. Presento un estudio de caso de un proyecto implementado en Guadalupe. Explicó el concepto de puesta en común por unos actores muy variados, los cuales a veces tienen intereses muy divergentes pero una voluntad común para lograr una “Guadalupe simbiótica” con un turismo cualitativo que permita nutrir lo local con un aporte exógeno. Explico que el turismo se asocia a proyectos de agricultura local o también de construcción de eco-construcciones a escala local. Estas experiencias contribuyen entonces a crear una fuerte identidad territorial para los espacios que se comprometen con proyectos de economía simbiótica.
Pascal Petit, economista, director de investigación, Centro de economía París Norte, explicó la reflexión que se esta desarrollando sobre los principios de transformación como lo es el cambio climático. Recordó la importancia del lazo social fuerte en las islas del Caribe, lazo social que puede ser beneficioso para desarrollar un turismo mas sostenible. Agregó que entiende, como los otros expositores, que la situación constituye una oportunidad para pensar en soluciones. Realizó distintas observaciones, entre las cuales que la transición ecológica actual tiende a favorecer la resiliencia y que el turismo puede participar de los aprendizajes y de la reflexión, concebido como una “enseñanza”: así, se observan turistas cada vez más abiertos a la ecología, sensibles a la protección de los paisajes…
También hizo referencia en una mesa de trabajo organizada en diciembre 2020 conjuntamente con Funglode cuyos resultados y debates pueden servir de aportes junto con estas presentaciones del día de hoy, para contribuir en la elaboración de propuestas sostenibles.
Elisabeth Barincou, jefa de la unidad territorial de San Bartolomé y San Martín (DEAL de Guadalupe/Ministerio de Transición Ecológica de Francia) ofreció una presentación sobre la dispersión del turismo como un reto para los destinos insulares del Caribe en el contexto de la recuperación turística posterior al Covid. Explico en detalle las estrategias de reposicionamiento de la marca isla en el caso de San Martín, hacia un turismo más cualitativo y de alta gama. Evocó también los desafíos del “dark tourism” y la voluntad de la isla de San Martín de atraer “nómadas itinerantes” en un contexto mundial de desarrollo del trabajo remoto como consecuencia de la crisis sanitaria. Indicó que es una nueva tendencia hacia un turismo de más largo tiempo por las recientes evoluciones.
Jacqueline Laguardia, economista cubana, profesora en The University of the West Indies, Miembro de la Cátedra de Estudios del Caribe ‘Norman Girvan’ de la Universidad de La Habana y Coordinadora del Grupo de Trabajo de CLACSO “Crisis, respuestas y alternativas en el Gran Caribe” ofreció las conclusiones. Subrayó la importancia de integrar la perspectiva de género en la reflexión sobre el turismo y la innovación. Explicó la tendencia al turismo nacional y regional que se puede observar y desarrollar. Agrego que el Caribe es una región resiliente, acostumbrada en sufrir crisis y lidiar con situaciones de emergencia (climáticas por ejemplo) y que puede salir renovado de esta nueva crisis. Habló también de la resiliencia del sector turístico, de las estrategias de reactivación y del proceso de vacunación en el Caribe, como soluciones para enfrentar la actualidad.
El vídeo del encuentro está disponible en el canal de YouTube Funglode Multimedia
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